martes, 28 de diciembre de 2010

Aportaciones de Jesse Shera.


Jesse Shera, a la edad de 20 años quería ser científico, en especial Químico, nunca le pasó por la cabeza la profesión de Bibliotecólogo ni nada relacionado con esta profesión, tuvo un breve acercamiento con las Ciencias Sociales y posteriormente se inclinó por las humanidades en donde quería llegar a ser Profesor de Literatura Inglesa y en donde aún era anti-biblioteca porque siempre tuvo la impresión de que los bibliotecarios no tenían conocimiento del interior de los libros.
Posteriormente entró en depresión porque su iniciación en la carrera de Literatura Inglesa tuvo muchas complicaciones y no pudo entrar a ella por lo cual buscó el consejo de algunos profesores que le tenían estima, entre ellos R.M. Huges quien era profesor de Química y quien lo contactó con Ned King quien fue el primer profesional Bibliotecario con práctica en Miami y quien cambió por completo la perspectiva de Jesse Shera quién tomó su desgracia de no estudiar para profesor de Literatura Inglesa como ahora una bendición.


Shera fue a trabajar en la ciencia bibliotecaria desde afuera hacia adentro. Llegó a ser en efecto un bibliotecario investigador para Warren Thompson, y su trabajo le introdujo en la investigación bibliotecaria que ayudaba a Thompson a acumular materiales sobre los problemas de la población y a reunir los libros sobre este tema. Hay alguna razón para creer que Jesse Shera encontró atractivo este puesto, porque, trabajar directamente con una competente organización de investigación, dirigir problemas serios y complejos puede ser una experiencia instructiva o intelectualmente estimulante. Fue allí donde Shera ganó su reputación como especialista en población y se convirtió en un experto en estadística y bibliografía.

Shera sabía que los bibliotecarios vivían para servir los intereses informativos de otras personas y pudo fingió su dificultad en cuanto a visión superando sus problemas y resolviendo cualquier dificultad visual. Esa es la razón por la que expuso en 1934 que la función referencial de los bibliotecarios tenía éxito únicamente cuando comprendían, completamente y sin distorsión alguna, el punto de vista del usuario. Por esto es por lo que insistió en 1944 en que la administración es un medio para alcanzar metas no administrativas, no un medio para conseguir sus propias metas, o un medio sin metas.

Fue un bibliotecario de bibliotecarios y a pesar de conocer la mera izquierda de manejar las cosas siempre utilizó este saber para hacerlas de la manera correcta. Deambuló por cada rincón y grieta de las bibliotecas de Miami en sus primeros tiempos y luego, caminó sin cesar a lo largo y a lo ancho de la profesión bibliotecaria vagabundeando sus calles laterales y sus callejones traseros y pasando de puntillas sobre todos los cubos de basura. El era la verdadera antítesis del encasillado que son los expertos excesivamente especializados que no saben nada fuera de su especialidad.

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